Cáncer de Cuello Uterino y su relación con el Virus del Papiloma Humano (VPH)
¿Sabias que el cáncer de cuello uterino está asociado a la infección por el virus del VPH?
El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente en mujeres a nivel mundial. En el año 2022, murieron 350.000 mujeres a causa de este tipo de cáncer. Sin embargo, el cáncer de cuello uterino puede ser tratado adecuadamente si se diagnostica a tiempo.
El virus del papiloma humano (VPH) es la causa de más del 95% de los casos de cáncer de cuello uterino. El VPH es la infección de transmisión sexual más común a nivel mundial. Se estima que la mayoría de las personas sexualmente activas entrarán en contacto con el virus en algún momento de sus vidas. Existen más de 100 tipos de VPH, algunos de los cuales pueden causar verrugas genitales, mientras que otros están asociados con el desarrollo de cáncer, especialmente el cáncer de cuello uterino, ano, pene y orofaringe.
¿Cómo se transmite este virus?
La forma más común de transmisión del VPH es a través del contacto sexual directo, ya sea sexo vaginal, anal u oral. Sin embargo, también es posible el contagio mediante el contacto directo de la piel con los genitales de otra persona, sin que haya penetración o relaciones sexuales completas, lo que hace que su prevención sea un desafío.
El VPH puede estar presente en la piel de la región genital y en las mucosas, lo que facilita su propagación. Aunque el uso del condón puede reducir de manera importante la posibilidad de transmisión, no proporciona protección absoluta, ya que el virus puede afectar áreas no cubiertas por el condón. Además, existe un riesgo mínimo de transmisión a través de objetos contaminados, aunque es poco común.
¿Cómo prevenirlo?
La mejor estrategia de prevención contra el VPH es la vacunación. Las vacunas disponibles protegen contra los tipos de VPH que más producen enfermedad, incluidos aquellos asociados con el cáncer y las verrugas genitales. La vacunación es recomendada tanto para hombres como para mujeres, antes del inicio de la actividad sexual.
Pruebas de Laboratorio que apoyan el Diagnóstico de Cáncer de Cuello Uterino En el Laboratorio Médico de Referencia realizamos la detección del virus del papiloma humano (VPH) y realizamos la citología tanto en base liquida como convencional como apoyo al diagnóstico de cáncer de cuello uterino:
- Detección de ADN del VPH: Se trata de un análisis directo en el que se busca la presencia del material genético del virus (ADN). Para ello, se toma una muestra con un citocepillo de células del cuello uterino de la mujer y se emplea tecnología de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) para su detección. Esta prueba permite identificar los tipos de VPH de alto riesgo (los que producen enfermedad con más frecuencia) y determinar si la infección persiste con el tiempo.
- Citología en base líquida y Citología convencional (Prueba de Papanicolaou): Estos métodos indirectos permiten detectar cambios celulares anormales en el cuello uterino, que pueden indicar la presencia de una infección persistente por VPH y un riesgo de desarrollar cáncer cervical. Se recomienda realizar esta prueba periódicamente en mujeres activas sexualmente para identificar cualquier anormalidad a tiempo.
¿Como prepararse para las pruebas de VPH y la citología?
- No tener relaciones sexuales 3 días antes.
- La muestra se debe tomar al menos 3 días antes o 3 días después de la menstruación.
- No aplicarse cremas ni óvulos vaginales 5 días antes de la toma de la muestra.
- No realizarse duchas vaginales el día de la toma de muestra.
En caso de que los resultados de la citología sean anormales, se pueden realizar otras pruebas indicadas por el médico tratante:
- Colposcopia: Consiste en un examen visual detallado del cuello uterino, la vagina y la vulva mediante un colposcopio. Esto permite detectar lesiones sospechosas que podrían requerir mayor evaluación.
- Biopsia: En caso de encontrar áreas anormales durante la colposcopia, se puede tomar una pequeña muestra de tejido para análisis histopatológico. Esto confirma si hay presencia de células precancerosas o cancerosas.
La detección temprana del VPH y el seguimiento adecuado son fundamentales para prevenir complicaciones graves. La educación sobre la transmisión, el acceso a pruebas diagnósticas y la vacunación son estrategias clave en la lucha contra este virus. Mantenerse informado y realizar chequeos médicos regulares son medidas esenciales para la salud sexual y reproductiva.
